El grupo madrileño pone el broche de oro a la gira de su último álbum con una colosal exhibición de poderío rock en directo.
Más de mil personas llenaron el Ochoymedio y asistieron a la tormenta eléctrica que desataron Sexy Zebras este sábado. Decían adiós a la gira más importante que han tenido hasta el momento, y los astros parecieron alinearse para que se tratara de un epílogo perfectamente brutal: el grupo en un estado de forma pletórico, con un show tan incendiario como rodado, han pasado del centenar los conciertos que han dado con este disco en salas y festivales de todo el mundo; el momento, la despedida después un disco como “La Polla” que tantas alegrías ha dado a Sexy Zebras; el lugar, jugando en su casa, en su barrio, en Madrid; y sobre todo los fans que llenaron la sala y que venían dispuestos a sudar (y quitarse) la camiseta. Todavía les tienen que estar doliendo los huesos y retumbando los oídos después del vendaval de riffs y pogos que sacudieron las paredes de la mítica sala madrileña.
Sexy Zebras en modo apisonadora y el público en modo locura colectiva. El resto quedará para la historia de una banda que con su tercer álbum ha alcanzado un estatus único en España, trascendiendo fronteras y estilos, y que a partir de este momento se toma un descanso, solo harán algunas fechas muy escogidas este verano, para preparar el que será su nuevo álbum. Descansad, putos. Nos vemos pronto.
Sexy Zebras en modo apisonadora y el público en modo locura colectiva. El resto quedará para la historia de una banda que con su tercer álbum ha alcanzado un estatus único en España, trascendiendo fronteras y estilos, y que a partir de este momento se toma un descanso, solo harán algunas fechas muy escogidas este verano, para preparar el que será su nuevo álbum. Descansad, putos. Nos vemos pronto.