Con la gira Mutaciones Tour 2016 Enrique Bunbury llenó la plaza de toros de la capital del Turia conservando aún en el recuerdo su última visita hace ahora 21 meses con “Palosanto”, un periodo en el que la crisálida se convirtió en mariposa y la manera de entender su música en la actualidad sugieren revisión, “mutaciones” y nuevos vuelos con el mismo corazón, pero aportando arreglos y nuevos registros musicales.
Y así Enrique Bunbury nos presenta en directo el proyecto Unplugged con “Mutaciones Tour 2016”; ofreciendo una selección de canciones pertenecientes a distintas épocas de las tres décadas vinculadas al mundo de la música en tres periodos diferenciados, 1986-1996 con Héroes del Silencio, 1996-2006 con el Huracán Ambulante y una última etapa 2006-2016 con Los Santos Inocentes.
Encontrar colas para comprar una de las pocas entradas a la venta desde las 6:00h. de la madrugada (16 horas antes de dar comienzo el show) en los conciertos de Bunbury empieza a ser tan habitual como ver al “aragonés errante” ofrecer conciertos llenos de expresividad, sentimientos y registros vocales al alcance de muy pocos, junto con una banda que adquiere un status propio por la aportación y brillantez en el actual imaginario musical de Enrique Bunbury.
Comenzó el show con “Iberia Sumergida” y “El club de los imposibles” y de repente…parada en seco…un contratiempo más a los que estamos acostumbrados últimamente en Valencia; en ésta ocasión en forma de fallo del suministro eléctrico durante unos minutos, posiblemente algo que obliga a la improvisación y a salir del guión establecido y quién sabe si no es el germen de esas "mutaciones" .
El público supo ser paciente, aplaudiendo y coreando el nombre de Enrique sin parar, como el mismo Enrique que comentaba que ese inconveniente (que fue rápidamente solucionado) serviría de acicate para ofrecer un gran concierto; no hizo falta más, la ovación fue atronadora y con la bella canción “Dos clavos a mis alas” continuó el show.
Comenzó el show con “Iberia Sumergida” y “El club de los imposibles” y de repente…parada en seco…un contratiempo más a los que estamos acostumbrados últimamente en Valencia; en ésta ocasión en forma de fallo del suministro eléctrico durante unos minutos, posiblemente algo que obliga a la improvisación y a salir del guión establecido y quién sabe si no es el germen de esas "mutaciones" .
El público supo ser paciente, aplaudiendo y coreando el nombre de Enrique sin parar, como el mismo Enrique que comentaba que ese inconveniente (que fue rápidamente solucionado) serviría de acicate para ofrecer un gran concierto; no hizo falta más, la ovación fue atronadora y con la bella canción “Dos clavos a mis alas” continuó el show.
En la plaza de toros no cabía ni un alfiler y la gente disfrutaba coreando himno tras himno, canción tras canción intercalando títulos de diferentes épocas y momentos de esa dilatada carrera de 30 años; “Sirena Varada”, “Porque las cosas cambian”, “El camino del exceso”, “Avalancha”, “Mas alto que nosotros solo el cielo”, “El recate”, , “Que tengas suertecita”, “Alicia”, “El extranjero”, “Infinito”, “El hombre delgado que no flaqueará jamás”, “Despierta”, “Mar adentro”, “Maldito duende”, “Lady blue”, “Mas alto que nosotros solo el cielo”, “Si”, “La chispa adecuada”, “Los habitantes”, “De todo el mundo” para terminar con “Y al final”.
La noche fue muy calurosa, casi asfixiante, pero con los corazones abiertos de par en par y los sentidos “a flor de piel” en una ciudad que siempre recibe al aragonés como se merece y él sabe corresponder…
Una vez terminado el show recordábamos que aquellos fallos eléctricos al principio del concierto no hubieran sido inconveniente porque nada más salir al escenario Bunbury y Los Santos inocentes ya brillaban con luz propia.
Loles Ureña y Juan Carlos Puig para @7s7Magazine
GALERÍA DE IMÁGENES.
La noche fue muy calurosa, casi asfixiante, pero con los corazones abiertos de par en par y los sentidos “a flor de piel” en una ciudad que siempre recibe al aragonés como se merece y él sabe corresponder…
Una vez terminado el show recordábamos que aquellos fallos eléctricos al principio del concierto no hubieran sido inconveniente porque nada más salir al escenario Bunbury y Los Santos inocentes ya brillaban con luz propia.
Loles Ureña y Juan Carlos Puig para @7s7Magazine
GALERÍA DE IMÁGENES.