Rulo y la Contrabanda llegaron Orihuela el pasado viernes llenando de R&R el mágico Teatro Circo Atanasio Díe Marín. Rulo está celebrando el cuarto de siglo sobre las tablas con una gira, Noches de Fuga y Contrabando, que pondrá el broche final en el Wizink Center el 14 de enero del 2023.
A poco más de dos meses de acabar el año, y casi por sorpresa, llegaba un nuevo directo en Orihuela con Rulo y La Contrabanda. La cita tendría lugar en el teatro oriolano, que lleva en pie desde 1907, y aunque tuvo unos años de inactividad incluso de abandono, volvió a cumplir su función un par de meses después del Verano del 95.
Los incondicionales del Cántabro no faltaron a la cita dispuestos a disfrutar de una tarde-noche de sus canciones favoritas, de las de ahora y de las de antes, temas que de una manera u otra forman parte de su vida… Las luces se apagaban, el humo invadía el escenario y con la intro llegaron al escenario Quique, Fito, Dani, Chiloé … instantes después Rulo y dio comienzo todo con La cabecita Loca.
En este show intercalan canciones de las dos etapas musicales de Rulo, ahora era el turno de una de la anterior Buscando en la basura. Hace 25 años, en el 97, cuatro chavales de Reinosa enamorados de la música, Edu, Fito, Iñaqui y Rulo, fundaron la formación La Fuga, sus primeros conciertos fueron por su tierra, un año después salía su primer trabajo Mira. Después ocho trabajos más cientos de conciertos… hasta el 2009 en el que Rulo decide seguir su carrera en solitario y se rodea de la Contrabanda, con la que sigue componiendo grandes temas y giras increíbles, acompañado en este nuevo proyecto por su fiel escudero Fito Garmendia.
Tras dos décadas y media, este año, se ha embarcado en una gira Noches de Fuga y Contrabando en la que hace un repaso a toda su trayectoria musical enlazando temas a la perfección de las dos etapas. Me gusta, Baja por diversión, Todavía, Noviembre y No solo respirar sonaron antes de que Rulo se hiciera con su megáfono azul para interpretar unos de los sencillos de su último trabajo, Basado en hechos reales, Verano del 95. Tras ellas Tu alambre y Majareta.
La magia y el carisma del cántabro inundaron todos los rincones del Teatro de Orihuela. Las almas allí presentes las cantaban todas incluso los fans más jóvenes que no habían nacido cuando Rulo ya estaba sacando discos y de giras, estos fueron los que se llevaron la armónica de Rulo y unas púas como recuerdo de uno de sus primeros conciertos de R&R. Mi cenicienta. Nos contó Rulo que cuando estaba eligiendo los temas, para este aniversario, todos tenían claro que “esta no podía faltar”, Balada del Despertador.
Como a veces lo hice yo y En vela sonaron antes que Rulo se sentara al piano, un momento que aprovechó para recordar a dos amigos que se han ido hace poco, Boni de Barricada y Pau Donés, Heridas de R&R acabó con Rulo señalando al cielo. Después decía “o lo remedíais o se acaba, esto se llama TheEnd”. Entre aplausos se bajaban del escenario.
Y como no podía ser de otra manera el Teatro lo remedió. Rulo volvía solo al piano con su Última bala. Poco a poco La Contrabanda volvía con Hasta Nunca y Dentro de una canción. Llegaba el turno de dos que ya han cumplido las dos décadas y habrán sonado en todos los rincones que Rulo ha visitado Por Verte Sonreir y Pa aquí pa allá, de La Fuga. Y con el aforo en lo más alto y jugando con fuego daba fin esta noche roquera con 32 escaleras.
Es curioso ver reportajes y crónicas de las grandes bandas y músicos de este país en los más importantes escenarios y principales festivales, donde casi lo social transciende a lo musical...la moda, el lugar, salir bien en la foto, hacer acto de presencia... Pero donde realmente un músico se "bate el cobre" y forja su trayectoria es en lugares como precisamente en el que estuvimos el pasado viernes, una tarde-noche del oscuro otoño, en una localidad alicantina en el interior de una joya arquitectónica como es el Teatro Circo Atanasio Díe Marín y con un público que considera una oportunidad incomparable que uno de sus músicos favoritos visite su pequeña ciudad.
Ahí es donde los verdaderos músicos trabajan su show como si estuvieran delante de 15.000 almas porque el valor es el mismo, es su público y se debe a ellos y ese es el trabajo que con el tiempo deja su poso y trae sus frutos, Rulo y la Contrabanda demostraron mucho de esa casta de grandes músicos vocacionales. Volverán a Orihuela cuando quieran.
Ahí es donde los verdaderos músicos trabajan su show como si estuvieran delante de 15.000 almas porque el valor es el mismo, es su público y se debe a ellos y ese es el trabajo que con el tiempo deja su poso y trae sus frutos, Rulo y la Contrabanda demostraron mucho de esa casta de grandes músicos vocacionales. Volverán a Orihuela cuando quieran.
Un reportaje de Loles Ureña y Juan Carlos Puig-7s7 Music Magazine