Jorge Drexler visitó el pasado domingo Alicante, transformando el auditorio del ADDA en el interior de la gran caja de una guitarra, y convirtiendo las dos últimas horas y media del domingo en un cierre perfecto de fin de semana para los allí presentes.
Después del inicio de gira por latinoamérica, Drexler, se encuentra de gira en España presentando su último trabajo de estudio “Salvavidas de Hielo”. Un disco con 11 canciones, donde todos los sonidos están “hechos” sobre las 14 guitarras con las que se grabó. Un homenaje a lo efímero.
Justo antes de que empezaran a sonar “Movimiento”, el auditorio estaba “casi “completo, “casi” porque la primera fila estaba vacía… vacía y reservada para un grupo de niños y profesores del centro ”Crear y Crecer”, estos chavales de entre 7 y 13 años tienen un grupo de rock “Rock És Fort”. Después de pasar toda la tarde en la prueba de sonido, viendo los preparativos de un concierto fueron invitados por el artista al evento… sus caras reflejaban el momento de ilusión y lo “flipados” que estaban.
“Rio abajo”, “Abracaderas” y “Transoceánica” fueron los siguientes temas, entre canción y canción, encontramos a un Jorge muy simpático y cercano. Con “12 segundos de oscuridad”, simulando la luz de un faro nos transportó a Cabo Polonio en Uruguay.
Fue intercalando canciones de “Salvavidas de Hielo” con otras de trabajos anteriores: “ Estalactitas” “Universos paralelos” “Despedida de los glaciales”…El decía que el concierto “carecía de homogeneidad anímica”.
Este fin de semana tocaba “ gira por el levante", compartiéndola , con sus dos benjamines en Alicante, que disfrutaban del concierto de su ”papi”, quien les dedicó una canción a cada uno de ellos; sentado con su guitarra sonaron : “Organdi” y “Nortiluca”.
El público pedía canciones y Jorge, se animó a cumplir el deseo de uno de los niños que pedía : “Todo se transforma” y “ Milonga del Moro Judio”.
Este médico de profesión, recordaba como a finales del año 1994, hacia en Uruguay de telonero de Joaquín Sabina, y que entre bromas le dijo que se viniera a Madrid. Pocos meses después lo dejó todo y con 29 años tocaba el timbre de Joaquín en su famosa casa de la Latina. “Mira el uruguayo” escucho al abrir la puerta.
Han pasado 25 años de aquello, y como homenaje al que “ le cambió la vida” , este disco incluye un tema dedicado al de Úbeda “Pongamos que hablo de Martinez”.
Han pasado 25 años de aquello, y como homenaje al que “ le cambió la vida” , este disco incluye un tema dedicado al de Úbeda “Pongamos que hablo de Martinez”.
Recuerda con cariño ese primer disco del que vendió 33 copias en “cassette”, de los que 31 eran familiares: “¿Quién serian los otros dos?” se pregunta aún. Lo que está claro es que fue el inicio de uno de los grandes cantautores, que a día de hoy tiene un Oscar, por Al otro lado del río en Diarios de motocicleta, un Goya, por "Que el soneto nos tome por sorpresa" parte de la banda sonora original de la película "Lope" y varios Grammys.
“La trama y el desenlace” “ Me haces bien” y la noche llegaba a su fin con “Silencio” , tema del último trabajo, con una puesta en escena perfecta, en la que intercala estofas con momentos de silencio.
Creó un ambiente especial y claro, las almas del auditorio se pusieron en pié para pedir los bises. Salió otra vez. “Telefonía” “Bailar en la cueva” Y “Luna de rasqui” formaron parte de este momento, con un auditorio puesto en pié bailando, donde no dudó en bajarse del escenario y “darse” unos bailes con los niños de la primera fila.
Pero el momento más emocionante de la noche estaba por llegar. Con “Quimera”, subieron al escenario dos invitados de lujo: sus dos pequeños: Leah y Luca, que acompañaron a Jorge y convirtieron el fin del concierto en toda una fiesta.
Loles Ureña y Juan Carlos Puig-7s7Magazine.